Acometidas

15.1.25

 

No hay otra valía más ontológica que situarnos frente a nosotros cada día.

3 apostillas:

Joselu dijo...

El aforismo plantea una falacia fundamental al sugerir que podemos situarnos "frente a nosotros", ya que la idea misma de un "nosotros" observable es un espejismo ilusorio que surge de una incorrecta apropiación de ideas sobre el ser.

La pretensión de poder observarnos desde fuera constituye un espejismo basado en la autoafirmación del pequeño yo, que busca dramatizar y apropiarse de una falsa idea de sí mismo. Esta ilusión se fortalece cuando persistimos en creer que existe un "nosotros" objetivo que puede ser observado.

El arte y el pensamiento contemporáneos han revelado que ya no es posible totalizar una visión coherente del ser, sino que solo podemos partir de lo fragmentario[2]. La idea de un "nosotros" unificado que puede contemplarse a sí mismo es una mistificación que el pensamiento actual reconoce como problemática.

El lenguaje mismo contiene visiones y preconcepciones enquistadas que nos llevan a creer en dualismos falsos como el de observador y observado. Esta tendencia a dividirnos en sujeto y objeto observable es una confusión conceptual que debe ser desenmascarada.

Por tanto, el aforismo perpetúa un espejismo al proponer una imposible división entre un "nosotros" observador y un "nosotros" observado, cuando en realidad no hay tal desdoblamiento posible ni deseable.

Joselu dijo...

Miro al espejo:
solo hay vacío y luz
¿Quién mira a quién?

Juan Poz dijo...

Para un tontológico como yo eso es más un desvalimiento que una valía...