Mandados

4.5.21



Manda a un niño a hacer algo y lo hará mal. Y a pesar de ello, mándalo otra vez o anularás su capacidad de aprender y madurar.



2 apostillas:

Juan Poz dijo...

El aprendizaje tiene un punto de coerción indispensable. Illich lo sabía perfectamente. Y Luis Vives. Con la experiencia de haberme resistido con uñas y dientes al aprendizaje, agradezco, retrospectivamente, que me obligaran, porque, más allá del advenimiento del abrazo gnoseológico, el aprendizaje sustancial fue que ser humano significa tener obligaciones que cumplir.

Joselu dijo...

Estoy de acuerdo por completo con el comentario de Juan Poz. Yo añadiría que no hay motriz más poderosa que la que se crea uno para sí mismo.