Mialgia

10.10.20



El dolor llama a mi puerta y aunque no le abro, entra y lo ocupa todo. Me vence, me vuelve contra mí y me hace otro. No me suelta ni un instante, agazapado dentro, invisible, secreto. Termina con la lucidez física y hace que me arrastre por los pasillos del miedo y la preocupación. Vuelve rígido el pensamiento y lo fija en una única dirección que no parece tener alcance. Es una habitación vacía, una fuente sin agua, un pensar en la nada, la caída sin fondo, el reloj ciego, la afónica palabra, es un arder sin fuego, la noche sin silencio, el tuétano hueco. Entonces la vida sobrevive en la angostura, en el deceso de la paz, en el solitario deseo de acabar.



3 apostillas:

Albada Dos dijo...

La gente no entiende hasta qué punto el dolor nos mata, o nos deja deseando la muerte.

Un abrazo

Joselu dijo...

He tenido que buscar qué era mialgia lo que quiere decir que yo no las he sufrido. Había oído hablar de las neuralgias pero la mialgia es algo más amplio y puede afectar a distintas partes del cuerpo. Si la padeces -algo que desconocía- espero que cuentes con algún medio para paliarla. Una vez me compré una cinta casette para el dolor intenso, era una forma de distraer la atención del mismo.

Juan Poz dijo...

¿Fibro?