Añoranzas

9.12.18



Miró y no vio a nadie. Volvió a mirar con más detenimiento y siguió sin encontrar a nadie. Entonces cerró los ojos y aparecieron todos como en sus mejores tiempos.



3 apostillas:

mailconraul dijo...

Encontrar a alguien, también, sin cerrar los ojos.

Juan Poz dijo...

Así es, solo la mirada interior nos descubre la realidad toda, porque lo que no entra en nosotros es siempre "lo otro", lo ajeno, lo inexistente.

Laura dijo...

Como decía Antoine de Saint-Exupéry, lo esencial es invisible a los ojos.
:) beso grande.