Banderías

3.1.15



Mi sentimiento es apátrida en torno al territorio. No contemplo otra patria que no sea aquella que la palabra que habito. Y como señaló Cioran: «Un hombre que se respeta a sí mismo no tiene patria. La patria es una cosa pegajosa... Una sola cosa importa: aprender a ser perdedor». No se habita un país, se habita una lengua. Una patria es eso y nada más.



4 apostillas:

María dijo...

Yo no siento ninguna bandera pero sí siento a mi tierra, pero dentro, no fuera de mi. No sé donde termina, ni empieza, ni me interesa lo más mínimo saberlo, me parece tan curte e infantil marcar fronteras como taparse con los brazos para que no te copien en un examen, creo que los nacionalismos son fábricas de gallitos y de tíos Gilito .. y sí, está bien aprender a perder, suele ser más habitual que ganar aunque algunos no saben ni ganar con elegancia! xD! qué desastre de comentario para ser le primero del año .. hoy no me he ganado ni las galletas sin leche ! :))

Es que estoy desentrenada mañana intentaré no hacerlo aun pero! :-)

Muaaaaaaaaks! gordo! y siempre gracias a ti. ..

.. te quedan más de 300 días de soportarme! jaja
si quiera ganar saben ganar sabe hacerlo culwuiers

María dijo...

Ves? ni mi dislexia se apiada de mi .. pero no PEOR! ;)

Beauséant dijo...

uno es del territorio, de su barrio, de aquello en lo que ha nacido.. llevar todo eso a algo tan grande como una patria o un país o incluso una raza no deja de ser un patético intento de tapar el sol con el dedo...

Aunque, claro, Cioran lo explica mejor :)

Ishtar dijo...

Escribes interesantíiiiisimo. Me quedo paseándome por el blog.
Saludos!