Infames
15.3.13
Haría unos veinte años que no lo veía. Tanto tiempo había transcurrido desde la última vez que hablé con él que apenas si le reconocí. Cuando era joven le apodaban 'la cucaracha', mote alusivo a sus vestimentas negras y su color de pelo. También porque las tareas que le encomendaban y las que él se atribuía estaban relacionadas con andar por las cañerías del poder, casi siempre, sucias y pestilentes.
Surgió de la nada y a través de una conocida amistad fue colocado sin más como cargo de confianza, afianzado a pulso delator y cizañero. «Es lo que hay», solía decir después de perpetrar alguna de sus indignidades contra quien no era de su agrado. Infundía miedo el personaje, pero ninguna autoridad moral.
Recuerdo haber tenido algún agrio roce con él y sin embargo, al volverlo a ver, después de tantos años, he tenido una sensación extraña al observar a un hombre más viejo y demacrado, pero sobre todo como humillado ante sí mismo.
Etiquetas: cucaracha, personajes
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