Consideraciones

11.3.13



Ningún decoro en la admiración toda la dignidad en el respeto.



2 apostillas:

Joselu dijo...

Sí creo que así es lo acertado. La admiración nos pone en una situación de minusvalía respecto a alguien, tiene algo de opaco, de degradante, y, tal vez necesitamos destruir a alguien a que hemos admirado antes. No me gustaría ser objeto de admiración. Me asustaría, no solo por no merecerla sino por el desasosiego que puede crear. Aunque alguien que se alimente de admiración tiene asimismo una enfermedad del ánimo si la necesita. Cuando alguien quiere suscitar admiración, algo no funciona. Algo hay anómalo.

Juan Poz dijo...

Frente a la admiración, complicidad y, sobre todo, reconocimiento y gratitud. Es un hecho que nos cuesta nucho agradecer, tanto como a los anglosajones no les cuesta tener el zanquiu en la lengua todo el dia.
De todos modos, Joselu, me has clavado como a una mariposa en el terciopelo...