Pantomimas

9.6.15



—¿Estrechamos aconteceres para sanarnos del destino, señor Publilio Siro?
—El carácter de cada hombre es el árbitro de su fortuna.
—¿Hay quien agria su parecer cotidiano?
—Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo.
—¿En quién mirarse?
—Por los defectos de los demás el sabio corrige los propios.
—Todos juzgan.
—Pronto se arrepiente el que juzga apresuradamente.
—¿Incluso de los culpables sin condena?
—La absolución de culpable es la condena de juez.
—Esa condena se demora.
—Para nada es buena la tardanza excepto para la cólera.
—Es cuestión de costumbre.
—Soportamos los vicios conocidos y reprobamos los nuevos.
—Entre ellos hablar mal.
—La lengua maldiciente es indicio de mal corazón.
—No nos paramos a pensarlo.
—El tiempo de la reflexión es una economía de tiempo.
—Un consejo.
—Ama a tus padres si son justos; si no lo son, sopórtalos.
—Una advertencia.
—Nadie llegó a la cumbre acompañado por el miedo.
—Una indicación.
—El que da rápidamente da dos veces.
—Algo a tener en cuenta.
—Amar está dentro de nuestro alcance; pero no dejar de amar.



Pesadumbres

8.6.15



La deuda que más debería preocuparnos es aquella que no saldamos con nosotros mismos.



Averías

7.6.15



El poeta fue con su rima quebrada hasta el taller de escritores donde solían reparar todo tipo desperfectos en la escritura.



Naturales

6.6.15



Rousseau afirmó que «el estado reflexivo es contrario al natural. El hombre que medita es un animal depravado». Atendiendo a esta depravación del pensamiento ‘rousseauniano’, podemos entender la honradez de esta sociedad naturalmente irreflexiva.



Amplificación

5.6.15



Filónides de Tebas, propagador del estoicismo en la corte del rey de Macedonia, afirmaba: «no soy la mitad de lo que pienso que soy y aún así creo que exagero». Es la hipérbole de yo necesaria tantas veces de corrección.



Pláticas

4.6.15



La escritura nace de un diálogo con ese tipo solitario que anida en nuestro interior. Y su producción de lo prolijo del coloquio.



Avances

3.6.15



¿Debemos el progreso a los insatisfechos?



Conversación en el sótano

2.6.15



—Pienso que no he venido vestido para la ocasión. Debería haber venido en pijama señor Freud. 
—Cualquiera que despierto se comportase como lo hiciera en sueños sería tomado por loco.
—Lo que ocurre es que uno está bien educado y tiene un gran sustrato cultural.
—El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización.
—Y luego está eso de los afectos, que terminan por liarlo a uno.
—El que ama, se hace humilde. Aquellos que aman, por decirlo de alguna manera, renuncian a una parte de su narcisismo.
—Y está el deseo…
—En todo ser humano hay deseos que no querría comunicar a otros, y deseos que no quiere confesarse a sí mismo.
—Y que es lo mejor.
—Lo mejor es enemigo de lo bueno.
—¿Y el progreso no?
—¡Menudo progreso hemos logrado! En la Edad Media, me hubieran quemado. Ahora les basta con quemar mis libros.
—Son muchos los que dicen que por la fe este mundo es más habitable.
—Sería muy simpático que existiera Dios, que hubiese creado el mundo y fuese una benevolente providencia; que existieran un orden moral en el universo y una vida futura; pero es un hecho muy sorprendente el que todo esto sea exactamente lo que nosotros nos sentimos obligados a desear que exista.
—Habla usted como un sabio.
—Uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso.
—No se tome tan en serio lo que le digo.
—Todo chiste, en el fondo, encubre una verdad.
—¿Qué quedará de nosotros?
—Nos moriremos todos, pero nuestras obras permanecerán.



Adormecidos

1.6.15



El bienestar es un aturdidor de la conciencia.



Unión gramatical

31.5.15



Eran un punto y una coma. Ella, elíptica; él, final. La pareja perfecta.



Soluciones

30.5.15



Decía Richard Buckminster Fuller: «cuando trabajo en un problema nunca pienso en la belleza, pienso en solucionar el problema. Pero si cuando terminé la solución no es bella, sé que algo está mal». Toda solución conlleva cierta estética y no es otra cosa que la belleza de aquello que deja de ser un problema.



Calmante

29.5.15



Baquio de Tanagra, médico e intérprete de Hipócrates, señalaba que «escribir alivia de la enfermedad del tiempo». Puede que a veces sea eso, en cambio otras, simplemente, es un placebo.



Al acecho

28.5.15



Virginia Woolf explicaba: «quiero vigilar y ver cómo aparece la idea. Quiero observar mis propios procesos». Y así andamos en la acechanza de cada frase escrita, buscando el rastro que nos descubre ese origen irracional e incierto del pensamiento.



Discernir

27.5.15



¿Repudiamos aquello que no entendemos?



Charla con Fénelon

26.5.15



—Señor Fénelon, ¿a este mundo se viene a sufrir?
—El que no ha sufrido no sabe nada; no conoce ni el bien ni el mal; ni conoce a los hombres ni se conoce a sí mismo.
—El dolor parece el catecismo de la existencia.
—El sufrimiento depende no tanto de lo que se padece cuanto de nuestra imaginación, que aumenta nuestros males.
—Entonces ¿las desgracias son ajenas?
—El más desgraciado de todos los hombres es el que cree serlo.
—Estamos condenados de antemano.
—El más libre de todos los hombres es aquel que puede ser libre dentro de la esclavitud.
—Habrá que mirar la muerte como liberación.
—La muerte sólo será triste para los que no han pensado en ella.
—¿Y la guerra?
—La guerra es un mal que deshonra al género humano.
—¿A todos los seres humanos?
—Todas las guerras son guerras civiles, porque todos los hombres son iguales.
—Hay quien siembra el bien.
—Jamás es perdido el bien que se hace.
—Eso merece alabanza.
—Huye de los elogios pero trata de merecerlos.




Cálculo obsceno

25.5.15



Los políticos practican, siempre que pueden, sus sucios logaritmos de poder, algo que termina por desmejorar la vida.



La lectura

24.5.15



Cuando despertó con el libro entre las manos no supo decir si había leído aquella novela o solo la había soñado.



Desasosiegos

23.5.15



«Pensar es pensar la incertidumbre», afirma Jorge Wagensberg Lubinski. En eso estamos y eso es lo que conforma el pensamiento, el no estar seguros ni tener claro lo que conocemos.



Interpretaciones

22.5.15



Mi padre solía decir: «cada casa es un mundo y en algunas son dos». Entendernos es sabernos tan diferentes y tan incomprendidos.



Palabreando

21.5.15



Fernando Pessoa, en el ‘Libro del desasosiego’, apuesta por el abandono en la escritura: «como todos los grandes enamorados, me place la delicia de la pérdida de mí mismo, cuando el gozo de la entrega se vive de una forma absoluta. Y así, muchas veces, escribo sin querer pensar, en un devaneo exterior, dejando que las palabras me hagan fiestas, como niño que llevaran al cuello. Son frases sin sentido, corriendo mórbidas, con una fluidez de agua sentida, un olvidarse…» Quién pudiera siempre perderse en aquello que ha escrito y no encontrarse repetido en cada página o fragmento, perseguido por su propia conciencia.

Añade Pessoa: «me gusta hablar. O mejor: me gusta palabrear. Las palabras son para mí cuerpos tangibles, sirenas visibles, sensualidades incorporadas. Tal vez porque la sensualidad real carece para mí de cualquier interés —ni siquiera mental o de ensoñación—, se me transmutó el deseo en aquello que en mí crea ritmos verbales, o los oye de los otros».  Y en ese juego mental permanecemos prisioneros.