La identidad virtual está regulada por un comportamiento dentro de unas normas propias de Internet, no necesariamente con parecido a las reales y que en la jerga técnica se denomina 'netiqueta'. Esa digitalización del yo evoluciona, por medio de avatares e interfaces, hacia una disolución de la vivencia próxima y la aleja de ella. La teletransportación de los fragmentos del yo ha comenzado de la forma más impensada por la Física y la Ciencia Ficción.
15-M:« La riqueza de los bancos es la condena de las familias»
«Las máximas de los hombres revelan su corazón» Vauvenargues