Descalcificación
30.3.20
Parece que estuvieran fatigadas las palabras, aquejadas por esta infección de alarma y tribulación que el mundo tiene. No parecen nombrar con exactitud las cosas que ocurren, ni viven en la Pangea del pensamiento dispuestas a designar la realidad. Aun así, las llamo para que vengan y comiencen a engalanar nuevamente la vida que quizás, después de todo esto, sea mejor.
Etiquetas: alarma, coronavirus, palabras, reflexiones
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3 apostillas:
Faltan palabras, o no, para esta pandemia, pero con tal que acabe pasando sin dejar la economía agonizante, ya me parecerá bien. Bueno, y los menos muertos posibles, claro
Un abrazo.
Las palabras siempre han sido una aproximación a lo real, un fallido intento de suplantación... Por eso cada vez que ocurre algo que nos supera decimos, ¡qué paradoja!, que nos quedamos sin ellas...
Las palabras son las únicas que quedarán.
Luego habrá que volver a aprender a utilizarlas.
saludos,
J.
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