Encargos

17.3.20



Las mejores historias llegan cuando la realidad es inverosímil. Alguien ha ido dejando pósits en cada esquina que cruzaba con una misma frase: «No me esperes, llegaré». Como las calles están casi vacías estos días han recuperado el sonido de los pájaros y la calma de los domingos. Me ha dado por pensar que el enunciado lo escribió la mano de la primavera. También otra cuaresma de libertad. Otra alucinación colectiva tan llena de sobresaltos y que nos asoma al precipicio de lo que nunca hemos sentido. He guardado de recuerdo uno de esos papelitos amarillos: que no se acabe el invierno. Mañana escribiré otro pósit igual a este, me hace feliz.



2 apostillas:

Albada Dos dijo...

Poesia urbana primavera en puertas, ilusión sin caducidad

Un abrazo

Juan Poz dijo...

He llegado a la conclusión de que en un post-it solo debe escribirse con lápiz. ¡Qué contacto tan maravilloso el del grafito con su papel llamativo!