—Si yo ya me quiero, pero esta maldita enfermedad me quiere aún más.
Querencias
2.2.20
—Quiérete mucho. Eso es lo que tienes que hacer —le imploró.
—Si yo ya me quiero, pero esta maldita enfermedad me quiere aún más.
—Si yo ya me quiero, pero esta maldita enfermedad me quiere aún más.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
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1 apostillas:
Por desgracia, así es:-)
Un abrazo
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