Década
1.1.15
Hoy he cumplido diez años y me he metido en los once. Si fuera un niño tendría una tarta de cumpleaños y muchos regalos. Si fuera un árbol estaría alto y frondoso. Si fuera un número sería una decena. Si fuera tiempo sería una década. En el sistema binario sería una unidad de información. En una escala del uno al diez sería lo máximo y en la mitología religiosa sería los diez mandamientos. También podría ser un decálogo de principios y finales. Y nada de eso me define.
Sólo soy un simple blog perdido en el inmenso universo estelar de Internet. Una bitácora con un largo nombre absurdo que a pocos les hace reflexionar y que es fácil de olvidar. Soy un lugar tantas veces maltratado por su autor con el que mantengo una relación de amor y de desafecto porque él me creó y el me enterrará. Soy un espacio por donde pasa gente maravillosa cada día a la que admiro y a la que agradezco sus palabras, personas para quien esta es su casa donde hacer posada de ideas. En definitiva, estoy contento porque estoy vivo diez años después.
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3 apostillas:
Es una buena porción de vida, diez años. Es la prepubertad. Pero para un blog es algo más. No sé a cuánto equivale de la vida de los hombres un año de la vida de un blog. Tengo la impresión de que es mucho tiempo. Han pasado muchas cosas en diez años. Este blog nació pocos días después del tsunami del sureste asiático. Diez años. Un soplo. Fiuuuuu. Me gustaría soplar en la vela de los diez años. O en las diez velas. Cumplir años está bien. Pocos blogs llevan ese tiempo en la blogosfera. Felicidades. Una tarea contumaz. Un propósito delirante y magnético. Dar vida a este blog. Al que entramos de puntillas. Sabiendo que nos esperan los microrrelatos y los poemas en prosa de un hombre que no se muestra directamente. No. Es como un alquimista que nos dejara acercarnos al residua de sus recreaciones mentales, pero no a él. El autor se esconde detrás de sus criaturas. Nunca sabremos cómo es a través del blog. Queda velado por una tela tenue, corrediza. Opaca. En la que queda impregnada la cordialidad y el ansia de conocimiento. Feliz década y feliz tiempo que se sigue abriendo ante el blog. Seguiremos visitándolo.
Querido Blog de nombre ultratúmbico, felicidades. Glob-almente puedes sentirte más que satisfecho. ¡Ni un día has sido preterido! ¡Tú eres un presente constante para quien te anima y para quienes te seguimos! Sabemos y no sabemos lo que en ti encontraremos, y ese juego entre lo que nos sorprende y la confirmación de lo que esperamos nos anima siempre a no perder el contacto contigo, ¡tan gratificante! Ser un Blog no es fácil, porque la esquizofrenia entre el continente y el contenido es asunto peliagudo, pero entiendo que tú lo has resuelto con habilidad y mucha mano izquierda...
Mis mejores deseos para la siguiente década...
¡Muchas Felicidades! todas de vuelta, de una que te sigue el rastro hasta los restos
Besos
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