La socorrista

8.8.11




Mientras braceaba para no hundirse en el mar grito: ¡socorro! ¡socorro! La vigilante de la playa lo miró y pensó: mi nombre es Julia, no me llama a mí.



4 apostillas:

Ex-compi dijo...

Seguro que era funcionaria.

Maria Coca dijo...

Pues no me extraña, que la gente está cada vez más gris sin perlas.

Besos de lunática bien situada, amigo mío.

Anónimo dijo...

Se puede ser muy tonto sin necesidad de aprobar una oposición...
Te pido disculpas por semejante arrebato, Francisco.

Principito Desencantado dijo...

Me he reído un buen rato. Un saludo!