Disfrutando con los chiquillos

26.8.11





Lo tumbaron en el suelo y, como si fuera Gulliver, lo inmovilizaron. Tras cubrir su cuerpo de arena toda la playa conoció la magnitud de su sexo.


2 apostillas:

Míkel F. Deltoya dijo...

jajaja, bastante rico en imagen... me imagino a Gulliver... al falo, y a los soldaditos no sé si con envidia o con admiración.

Juan Poz dijo...

En Lucía y el sexo, de Medem, hay un momento poético inolvidable: uno de los personajes está recubierto de lodo sanador y de pronto, de la masa gris que se confunde con la arena de la playa, emerge el glande de un prepucio que, arrugado, se retira.