Estado del malestar

9.6.11




Recuperar la calle y el diálogo anónimo. Cuestionar todos los estamentos establecidos, desde lo político hasta lo económico. Manifestar la rabia y la esperanza para mejorar el mundo.

Un mundo viejo y nuevo están colisionando, igual que chocan dos placas tectónicas. Es movimiento este que va a liberar mucha energía y hará temblar todas aquellas cosas cimentadas en el desequilibrio de la injusticia y la ambición humana.






15-MEs mejor arriesgar y perder que perder por no haber arriesgado»

4 apostillas:

Camisetas Charrantes dijo...

Algo tiene que cambiar... para que todo siga igual.

O puede que me equivoque.

Míkel F. Deltoya dijo...

Especular o adivinar lo que pasará es aún más inestable que determinar lo que está pasando.

Juan Poz dijo...

Lo descorazonador es que quienes pesan en el platillo de los desheredados aspiran a cambiarse de platillo en la balanza, no a cambiar los modos de medir.
Por otro lado, sin movernos del mismo sitio, ¿desde cuándo la rabia tiene poder de transformación? Lo tiene de destrucción, sin duda, pero ahí se acaba la historia. El resto lucha encarnizada y negociación.
Aún recuerdo el fiasco "empresarial" inmobiliario de la UGT con su famosa "esfera armilar" que costó una fortuna.
Pedir trabajo es considerarse un esclavo; lo propio, en el siglo XXI, es crearse el trabajo..., pero, ¡ah, amigo!, eso es ya "otro cantar"...
Se han de repensar muchas ideas obsoletas. Un emprendedor del XXI no es un chupasangres del XIX, pero un obrero sin cualificación sigue siendo el mismo esclavo que el del reinado de los faraones.

Ana Vázquez dijo...

Seguro que eres una de esas personas que ha salido a la calle y que tenía algo que decir al respecto. Cuando no tengamos nada que decir, entonces sí que será triste. Enhorabuena. Un saludo.