Frágiles presencias

23.6.11




Acudo a un centro hospitalario donde está internado un buen amigo. En mi deambular por el laberíntico edificio me topo, primero, con familiares de un conocido a quien han ingresado tras sufrir un infarto. Más adelante me sorprendo al ver, encamado, en una de las habitaciones a una persona con la que traté durante años por motivos personales.
Tras la visita pienso que si la muerte nos iguala a todos, la enfermedad es el preaviso de nuestra vulnerabilidad.





15-M No somos nadie y somos todos »

2 apostillas:

Ex-compi dijo...

Que frágiles somos.
Y sin embargo, no lo sabemos....

Juan Poz dijo...

¡Y cuánta vanidad hay en las enfermedades! Que se te lleve por delante un infarto es ya algo demasiado vulgar... Late en el fondo de nuestra vanidad la necesidad de distinguirnos de todos incluso en el dolor, y hasta en la muerte, si no lo compensara el ansia de vida que nos empuja a ser sorprendidos por la de la mano de nieve cuando menos lo esperamos.