Inclinación

22.6.10



—Llena —le dijo al camarero apoyado en la barra del bar.
—No bebas más —le imploró el acompañante.
—Estoy de celebración.
—¿Celebras estar borracho?
—No, festejo mi propia destrucción.
—La idea de la autoliquidación me parece absurda.
—Al contrario, tras el hecho irrevocable de existir, resolver dejar de ser es un hecho sublime. Aunque mi método sea algo exagerado.
—Si es así, bridemos por tu extinción. Y la mía.


10 apostillas:

Ex-compi dijo...

Paco, pos que llenen, que me he quedado con la duda ¿brindamos por qué no existimos, o por qué ese hecho es sublime?, .... que llenen Paco.

Joselu dijo...

No deja de haber cierta poética en la ceremonia autodestructiva, siempre que no arrastre ni perjudique a otros, aunque esto es difícil de valorar. No siempre llegar al final es lo mejor.

Chula dijo...

Se brinda por dejar de existir que, al fin y al cabo, nos va a pasar a todos.

Umma1 dijo...

En la auto extinción, uno siempre se lleva puesto a otro?

O es lo que intenta?

Saludos (F)

Mechi.- dijo...

Salut.

hijoeputa dijo...

Leaving Las Vegas

Juan Poz dijo...

¡El poder creativo de las erratas! "bridemos" por tu extinción viene a ser algo así como ponerle bridas a la autoextinción, regular su paso y dirigirla con buen temple. Porque de lo que se trata es de que no se nos desboque el afán de desaparición, porque corremos el riesgo de que el caballo decida por nosotros...

JAVIER PASCUAL dijo...

Brindemos y dejemos de existir por un momento, mañana volveremos.

Anónimo dijo...

siempre hay una buena excusa... llena..

César dijo...

a mi también llénamela, que este camino hacia la destrucción de uno mismo da una sed que te cagas.