—Érase
una vez…
—¿Otra
vez?
—¿Otra
vez qué?
—Érase
una vez…
—Sí,
otra vez, érase una vez…
—Eso
ya lo sé que érase una vez, pero no sé si era la misma vez u otra.
—Y
colorín colorado, este micro se ha terminado.
—Érase
una vez…
—¿Otra
vez?
—¿Otra
vez qué?
—Érase
una vez…
—Sí,
otra vez, érase una vez…
—Eso
ya lo sé que érase una vez, pero no sé si era la misma vez u otra.
—Y
colorín colorado, este micro se ha terminado.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
Escribimos para no dejar de ser quienes somos.
G. Deleuze:
«Quizá soy transparente y ya estoy solo sin saberlo...»
Thomas Szasz:
«Si tú hablas a Dios, estás rezando; si Dios te habla a ti, tienes esquizofrenia. Si los muertos te hablan, eres un espiritista; si tú hablas a los muertos, eres un esquizofrénico»
Marco Aurelio:
«Toma sin orgullo, abandona sin esfuerzo»
Albert Camus:
«La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo sí te mueres»
Charles Caleb Colton:
«Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia»
León Tolstoi:
«A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa»
Voltaire:
«La duda no es un estado demasiado agradable pero la certeza es un estado ridículo»
Mahmoud Al-Tahawi:
«La perfección es el pecado de los vanidosos. La torpeza la virtud de los indefensos»
Fénelon:
«Huye de los elogios, pero trata de merecerlos»
Antón Chéjov:
«Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio»
Bukowski:
«Que no te engañen, chico. La vida empieza a los sesenta»
1 apostillas:
Este microrrelato juega magistralmente con uno de los recursos fundamentales del humor en la microficción: la ruptura de expectativas y el absurdo lingüístico.
La gracia del texto radica en varios aspectos:
1. La circularidad dialógica que genera una conversación aparentemente sin sentido
2. La meta-narrativa que interrumpe el tradicional inicio de cuento "Érase una vez"
3. La confusión deliberada entre los interlocutores sobre el significado de "una vez".
La ironía surge precisamente de la imposibilidad de completar un relato tradicional, desarticulando así el formato clásico del cuento.
El microrrelato desafía las convenciones narrativas mediante:
- Un diálogo fragmentado
- La ausencia de una trama definida
- La repetición como recurso humorístico
El resultado es un texto que descoloca al lector, obligándolo a reírse de la propia mecánica del storytelling.
Un ejemplo perfecto de cómo el humor en la microficción puede surgir de la mínima manipulación del lenguaje y las expectativas narrativas.
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