En concierto
9.8.20
El pianista, ante la queja, observó: «quedarse dormido plácidamente en unos de mis conciertos en el mejor halago para mi interpretación. Quien lo hace sueña mi música».
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
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2 apostillas:
Pues mis sueños durante interpretaciones clásicas en el Palau de la Música de Barcelona, deben de haber sido interesantísimas para los miembros de la orquesta y para mis vecinos de asiento. ¡Qué vergüenza! La música y yo somos antitéticos. Creo que encantaría a tu amigo el pianista.
Es una forma optimista de verlo, sí. Algo así le escuché a alguien, solo que este cuate tocaba rock; eso no está supuesto a dormirte, ja.
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