Topología de la confinación
24.4.20
Hay una sucesión de pasos contados a diario entre los armarios y las estanterías, una separación sin distancia entre la mañana y el resto de las horas, el contínuum pensar entre cuatro paredes, el curso de días siameses, la sinalefa de las tareas domésticas, el ininterrumpido paisaje de los muebles, el alargado despertar y la permanente resistencia a ser solo polvo en suspensión.
Y luego está esta primavera en blanco y negro o solo gris, a la que le han despintado los colores, el rojo amapola, el amarillo margarita, el azul nomeolvides y el violeta anémona. Estos días cenicientos que amanecen sin rostro con sus noches de ónice. Esta vida sin pausa y sin alejamientos en la intimidad doméstica.
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1 apostillas:
Cuesta trabajo aceptar que no haya una conexión con el exterior dominante, que es el verdadero "mal" de estos días...
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