Otros modos

10.4.19



Cuando Michel Foucault refiere que «Hay momentos en la vida en los que la cuestión de saber si se puede pensar de otro modo que como se piensa y percibir de otro modo que como se ve, es indispensable para continuar mirando y reflexionando». La cuestión es que hay a quienes no les dejan y quienes no quieren, porque pensar de otra manera implica actuar en contra de la corriente que nos lleva. Encender la lámpara de la lucidez requiere mucho esfuerzo.




7 apostillas:

Guillermo Castillo dijo...

Hola, saludo este encuentro con las ideas porque "el saber es el único espacio de libertad del ser", a decir de Foucault.

Hasta pronto.

www.guillercastillo.blogspot.com

Albada Dos dijo...

Qué verdad, qué esfuerzo, por Dios

Un abrazo

mailconraul dijo...

El cortocircuito es el mejor método para saberse bombilla.

Joselu dijo...

Yo observo que los seres humanos estamos encerrados en un entramado de creencias, juicios, prejuicios, temores, animadversiones, etc, que hace prácticamente imposible llegar a ver las cosas de modo diferente y menos pensar de modo alternativo al que tenemos por sistema. Yo, al menos, veo poco frecuente y raro que alguien modifique su modo de ver las cosas por medio de argumentos o ideas expuestas. Sí que existe la figura del converso, eso sí, como San Pablo, pero no sé por qué los conversos me producen cierto rechazo porque se hacen más radicales que los que siempre han militado en una determinada causa.

Evolucionar siempre es costoso al ciudadano común y se prefiere la comodidad de unos esquemas cómodos, que proporcionan asidero y la sensación de saber dónde se está. Es cierto que es difícil cambiar en sentido distinto de la corriente que nos lleva.

Joselu dijo...

Recuerdo que Michel Foucault fue el profesor preferido por Pol Pot, el terrrible genocida de Camboya. Puede ser que le estimulara a conocer otros puntos de vista pero no acabo de funcionar. Dos o tres millones de víctimas de los Jemers Rojos.

francisco m. ortega dijo...

Wilfred Batten Lewis Trotter: «la mente rechaza una nueva idea con la misma fuerza que el cuerpo rechaza una proteína que le es extraña y se resiste a ella con similar energía. Quizás no sería descabellado decir que una idea nueva es el antígeno de más rápido efecto que conoce la ciencia. Si nos observamos con sinceridad descubriremos que con frecuencia hemos empezado a atacar una nueva idea antes de que haya terminado de ser formulada».

Joselu dijo...

Pienso que tienes razón, Francisco. Las ideas viejas proporcionan seguridad, cada época tiene las suyas y todos sabemos lo que cuesta hacerlas cambiar.