Diálogos

1.3.15



En realidad no hablaba solo, siempre discutía con su amigo invisible.



1 apostillas:

Joselu dijo...

Mi amigo invisible soy yo mismo. No entiendo cómo se puede producir diálogo con uno mismo. Es un problema sugerente pensar que no se puede desdoblar, un tema recurrente en psicología y en la literatura. De hecho ese otro yo es nuestra mejor compañía cuando se está a buenas con él. ¿Él? ¿Yo? ¿Super yo? ¿Ello? ¿Quién diablos?