Romances
16.2.14
Al hombre invisible lo que más le excitaba era una cita a ciegas.
Etiquetas: cuentos diminutos
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Escribimos para no dejar de ser quienes somos.
G. Deleuze:
«Quizá soy transparente y ya estoy solo sin saberlo...»
Thomas Szasz:
«Si tú hablas a Dios, estás rezando; si Dios te habla a ti, tienes esquizofrenia. Si los muertos te hablan, eres un espiritista; si tú hablas a los muertos, eres un esquizofrénico»
Marco Aurelio:
«Toma sin orgullo, abandona sin esfuerzo»
Albert Camus:
«La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo sí te mueres»
Charles Caleb Colton:
«Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia»
León Tolstoi:
«A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa»
Voltaire:
«La duda no es un estado demasiado agradable pero la certeza es un estado ridículo»
Mahmoud Al-Tahawi:
«La perfección es el pecado de los vanidosos. La torpeza la virtud de los indefensos»
Fénelon:
«Huye de los elogios, pero trata de merecerlos»
Antón Chéjov:
«Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio»
Bukowski:
«Que no te engañen, chico. La vida empieza a los sesenta»
2 apostillas:
[...]
Porque alguien hará uso
De lo que no pude ser
Mi corazón será suyo
Impersonalmente
Avanzará por el sendero
Verá lo que quiero decir
Mi voluntad partida en dos
Y la libertad en medio
En menos de un segundo
Nuestras vidas chocarán
Lo interminable interrumpido
La puerta abierta de par en par
Entonces ella nacerá
Para alguien como tú
Lo que nadie ha hecho
Ella continuará
Sé que ya se acerca
Sé que mirará
Y ése es el anhelo...
Todas las suyas lo son, ¿o no lo veo yo claro?
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