Esquivos

17.2.14



El demonio de nuestro propio infierno es ese otro yo que vaga en las tinieblas interiores huyendo de la luz de la verdad.


2 apostillas:

Juan Poz dijo...

En mi caso, un pandemonio de yoes...

Chus dijo...

Un "otro yo" que disfruta con paradójicas coñas y ontológicas contradicciones. En el descanso -si lo hubiere-, una inmensa duda.