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Escribimos para no dejar de ser quienes somos.
G. Deleuze:
«Quizá soy transparente y ya estoy solo sin saberlo...»
Thomas Szasz:
«Si tú hablas a Dios, estás rezando; si Dios te habla a ti, tienes esquizofrenia. Si los muertos te hablan, eres un espiritista; si tú hablas a los muertos, eres un esquizofrénico»
Marco Aurelio:
«Toma sin orgullo, abandona sin esfuerzo»
Albert Camus:
«La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo sí te mueres»
Charles Caleb Colton:
«Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia»
León Tolstoi:
«A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa»
Voltaire:
«La duda no es un estado demasiado agradable pero la certeza es un estado ridículo»
Mahmoud Al-Tahawi:
«La perfección es el pecado de los vanidosos. La torpeza la virtud de los indefensos»
Fénelon:
«Huye de los elogios, pero trata de merecerlos»
Antón Chéjov:
«Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio»
Bukowski:
«Que no te engañen, chico. La vida empieza a los sesenta»
5 apostillas:
¿Y quién sostiene que la cara, perfecta culminación, fruto consumado, de nuestro organismo, es una apariencia? Presencia. Y en algunos casos hasta contundente. Antes que espejo del alma prefiero verla como breviario de identidad.
Y entonces, señor Poz, ¿por qué cuando hay un suceso luctuoso como un crimen de género o alguien que asesina a su hija como el caso de Asunta, nos cuesta tanto identificar el sentido de ese rostro? La mayor parte de los testimonios que se recogen tras una tragedia es que la persona era totalmente normal. Si el rostro fuera un breviario de identidad sabríamos reconocer a los asesinos en potencia y detenerlos antes de que cometieran sus crímenes, pero el rostro de Inés del Rio no dice nada de los veintitantos muertos que causó. A lo sumo vemos a alguien de cincuenta y tantos años que se siente afortunada por haber sido liberada y que reclama ahora los treinta mil euros por daños y perjuicios ocasionados. ¿Quién dice que el rostro es el breviario de identidad? Yo no lo veo.
Arte sutil es el de la lectura de los rostros... Sujeto a equivocaciones, como todos, pero no más de las que se cometen en otras artes o disciplinas. Con todo, señor Joselu, la identidad no es el doble, el sosias, de nuestros actos, a pesar del dictum cervantino, sino un territorio nebuloso del que cuesta no poco levantar el mapa...
la cara es el reflejo de nuestro a día a día, y de la misma forma que hay gente que puede fingir sonrisas en la desolación, los hay que siempre parecen estar en el camino correcto..
y el alma, no sé, quizás simplemente no exista...¿no?
Porque la cara no se puede vestir. La mirada...
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