Las palabras a veces son como piedras. Una palabra pesada te aplasta. Lanzada al agua del sentimiento logran una cierta profundidad. Arrojadas contra las personas suelen causar daño. Puestas unas junto a otras construyen el mundo y amplían la realidad.
«Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos pueden cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado» Margaret Mead
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