Sintaxis fragmentaria

17.6.10



Somos fragmentos de la sintaxis de Internet. Igual que el gran sueño del filósofo Thomas Hobbes expuesto en su ‘Leviathan’, donde una muchedumbre parece como un sólo cuerpo, ahora nos agrupamos como internautas según explica el periodista francés Jean-François Fogel, para quien «la ordenación de la información, la forma de organizar indexaciones y, por tanto, el control en cuanto a la circulación ciudadana por ella» tiende a «secuestrar a las grandes audiencias para hacerlas cautivas de sus regulaciones y contenidos vaciados, espurios.» Un gran organismo vivo formado por fracciones de vidas interconectadas y que parece respirar y vivir al unísono.


7 apostillas:

María dijo...

Un poco sí, FRANCISCO.
Si la sintaxis es la parte de la gramática que estudia la combinación de las palabras para formar unidades superiores. Seguramente nosotros somos esas unidades inferiores, esos fragmentos desordenados, desparramados y suspendidos en la red, con los que quizá, algún ser superior formaría sintagmas y finalmente, una oración infinita.


Muchos besos y ¡¡FELIZ DÍA!!

Isabel G.A. dijo...

Soy una lectora anónima que apenas intervengo pero siempre leo. Hoy quiero rendir mi homenaje particular a tus comentaristas habituales, como María, también Joselu y otros. Porque entre lo abstruso de los razonamientos que con frecuencia entrecomillas y los tuyos propios, hay veces que no me enteraría de nada si no fuera por las pistas hermenéuticas que sobre tus textos van dejando ellos. Sois todos muy interesantes. Saludines.

francisco m. ortega dijo...

No es hábito de este autor inmiscuirse en el espacio de los comentaristas. La intervención de Isabel me da pie para destacar la satisfacción de conocer a una lectora anónima y fiel. También para subrayar el hecho que apunta Isabel: quien da valor a este blog son sus amigos y comentaristas. Ellos dan luz a la escritura de este autor, tantas veces perdido en sus palabras. Gracias.

Joselu dijo...

Ole, Isabel, alguien tendría que decírselo a Francisco. Nos hace sudar cada mañana, investigar sus filósofos franceses, y en especial a ese que tanta afición le tiene, Deleuze, y comernos el tarro para intentar salir airosos del compromiso de comentar lo que yo llamo una visión deconstruida de la la realidad. Lo sorprendente es que Francisco y yo, que opto por la escuela de Viktor E. Frankl (El hombre en busca de sentido), nos podamos entender y comunicar. Quizás sea por el nihilismo de fondo. No sé, pero Francisco es un personaje entrañable y le aguanto lo que a otro no le toleraría, y lo hago con placer.

Juan Poz dijo...

Fogel, en efecto, describe un monstruo. Nosotros, en cambio, somos un menstruo, hijos de la luna, preludio de la inminente generación.

Ex-compi dijo...

Si, es siempre un placer acercarse a tú blog, a veces, me voy contenta por haber entendido lo que en otros momentos me cuesta un suplicio. Y tengo que buscar a los demás para saber de que va todo.

BLQ dijo...

hacía mucho que no me pasaba por tu mundo y debo felicitarte por el cmabio de imagen, es genial y muy vital, de lectura mucho más fácil

un abrazo