Estadística homicida

15.6.10



—Llegadas las épocas de mayor frío o calor del año se produce un mayor número de sucesos luctuosos.
—¿Y a qué se debe que haya más crímenes y actos violentos?
—La explicación viene dada porque en invierno la gente tiende a deprimirse, mientras en verano suele enloquecer.
—¿Así de fácil?
—Sí. El frío y el calor, de forma extrema, polarizan el comportamiento humano que, en su fondo, ya lleva impreso su desastre.
—Entonces todos esos crímenes no se producirían si aclimatáramos el mundo.
—Claro y qué piensas que es el efecto invernadero. Una forma de arreglar el loco mundo.
—Visto así el asunto, igual llevas razón.


3 apostillas:

Ex-compi dijo...

Yo añadiría también el Viento, oh como enloquece, ¿a qué si?. No te cuento nada con el cambio climático.

R. dijo...

Eso dicen, ex-compi, que en Cádiz la gente está más pa allá, que pa acá. Y todo, a causa del viento.

O la luz, pensemos en los siempre ejemplarizantes países escandinavos, donde anochece antes. Mucho estado de bienestar pero con unos índices de suicidio acojonantes.

Habría que verse en la situación.

Ya lo dijo el profesta: dentro de cien años todos locos. Cambio climático mediante.


saludos

Joselu dijo...

Cabría añadir que las estaciones de transición como la primavera y el otoño también inducen estados alterados. El adaptamiento al aumento de la luz, del calor, al renacer de la naturaleza puede ser una fuente de bienestar pero también un motivo de tristeza por el contraste con el interior. Yo me adapto a las estaciones de solsticio pero poco a las de transición.