Infancia perdida

11.8.09



—Los niños de ahora, a diferencia de épocas pasadas, están embebidos de la vida privada de los adultos y de sus conflictos.

—¿Y por qué habría que apartarlos de esa información?

—¿Para alargar la inocencia, quizás?

—¿No es eso como aplazar que conozcan lo que se les viene encima?

6 apostillas:

V a v o dijo...

sí.

franco dijo...

Sea como sea... ¿para qué alargar la inocencia?

María dijo...

Pero es verdad que todo debe ir a su tiempo.
Infancia e inocencia, van de la mano.
Con el tiempo morirán ambas, pero tampoco es necesario asesinarlas antes de tiempo.
Creo, yo.

Un beso.

V a v o dijo...

igual no creo en la inocencia de los niños, yo fui niño y desde entonces ya era malicioso y culpable.

Al59 dijo...

La vida privada es irrenunciable, pero, al igual que sucede con la ropa interior, es difícil garantizar su limpieza. Los niños muy pequeños no tienen de eso y uno siente que salen, aunque sea provisonalmente, ganando.

Antero dijo...

Ninguna otra decisión vital nos retrata mejor, nos define hasta la caña de los huesos, como individuos y como zoones politikones, que escoger una vereda en el dilema que usted plantea.

¿Colgamos el columpio de nuestros hijos en las ramas del árbol de la Vida o del árbol de la Ciencia?

Saludos.