Escribir es, a veces, odiar la escritura. Abominar de lo escrito. Renegar de uno mismo por su condición de escribiente. Todo en favor de la vida, quizás, por seguir vivo. Sobreviviente a la palabra escrita; a su desazón de tiempo.
Excrituras
21.6.08
Escribir es, a veces, odiar la escritura. Abominar de lo escrito. Renegar de uno mismo por su condición de escribiente. Todo en favor de la vida, quizás, por seguir vivo. Sobreviviente a la palabra escrita; a su desazón de tiempo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 apostillas:
Y esto es mas doloroso cundo nadie te lee
La "x" ¿es por el enajenamiento de lo escrito o por el parentesco etimológico con la defecación? Aunque también podría ser por la incógnita de que nunca se sabe qué nos va a salit y qué leerán los otros en lo que escribimos (si es que lo leen, como dice Cerillo).
Y necesidad imperiosa.
La escritura pone distancia por medio. Uno es libre de ensayar, borrar, ampliar. Se empieza así y se acaba creyendo que el poeta es un pequeño dios —más pequeño que dios, en cualquier caso.
¡Qué cierto es lo que sostienes! "Escribir es, a veces, odiar la escritura. Abominar de lo escrito". Añado: no entender que alguien le dé crédito o lo considere interesante. Necesitar olvidar la escritura, ser penetrado por la desazón de existir.
O simplemente para expresar lo que llevas dentro. Unas veces lo enseñas y otras, no. Depende de lo que desees compartir.
El que quede luego... bueno es deseable a los que escriben como profesión.
Arena
Publicar un comentario