Cuando los dirigentes de las naciones piden sacrificio a los ciudadanos hacen un doble ejercicio de cinismo político. La abnegación hacia lo imponderable y la sumisión ante lo impuesto.
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Dobleces
2.7.12
Cuando los dirigentes de las naciones piden sacrificio a los ciudadanos hacen un doble ejercicio de cinismo político. La abnegación hacia lo imponderable y la sumisión ante lo impuesto.
Desempeño
10.12.10
Preguntado Bión de Borístenes sobre quién era el más desgraciado de todos los hombres, el filósofo antiguo confesó: «El que con más anhelo desea ser feliz.» Lo sabía bien quien abrazó el cinismo y caminó por la tierra con un manto, un saco y un báculo.
Otros apotegmas de Bión:
«Uno de los mayores males es no poder sufrir el mal.»
«Vale más dar de su propio bien que codiciar el ajeno, porque con pocos bienes puede un hombre ser feliz, más no puede serlo con muchos deseos. La temeridad es para los jóvenes, y la prudencia para los viejos.»
«No merece el nombre de filósofo sino el que recibe las injurias con tanta serenidad como los cumplimientos.
«La prudencia es con respecto a las otras virtudes, lo que la vista con respecto a los otros sentidos.»
«La impiedad es una compañía incómoda para la conciencia, porque es imposible que el hombre hable con serenidad cuando la conciencia le acusa, y cuando sabe que ha merecido la cólera de los dioses.»
«El camino de los infiernos es muy llano, puesto que se puede andar por él con los ojos vendados.»
«Los que se entretienen en cuestiones inútiles, que sólo pueden satisfacer una vana curiosidad, y no pueden elevarse hasta la filosofía, son como los amantes de Penélope, que hacían la corte a las criadas, cuando no podían hacérsela al ama.»
Etiquetas: Bión de Borístenes, cinismo, feliz
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