Tras escuchar la disertación le dijo que dónde quería llegar. «Si quieres escribir trata de ser como esa materia vidriada, a merced de las olas, y haz que se distinga tu voz entre las interminables y monótonas arenas», le explicó.
La piedra verde
14.7.24
Abrió su mano y le mostró algo que parecía una
pequeña piedra. «¿Sabes qué es?», le preguntó. «Parece un trozo de cristal».
Era un vulgar, desgastado y olvidado fragmento de vidrio recogido de la orilla
del mar. «Visto así nada tiene de particular pero si lo devuelves donde fue
encontrado, será un guijarro verdusco entre millones de grises y comunes granos
de arena, esos que buscan los niños cuando juegan en la playa. Su colorido y
singularidad la distinguirá del resto y su rareza llamará la atención».
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
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1 apostillas:
Distinguirse es lo que todos quieren, pero son muy pocos los que lo logran, sin dudas.
Saludos,
J.
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