Clientela
25.6.23
El insulto era un bar situado en la zona de vinos de la ciudad cuya notoriedad se debía a su maleducado dueño quien, mientras servía, increpaba a la clientela que sentía tal hartazgo que se marchaba del establecimiento borracha de regañinas.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
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1 apostillas:
¿Los precios eran accesibles?
Saludos,
J.
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