El gorrilla

12.3.23



Lucía en su camiseta, con grandes letras negras, la leyenda: Take is easy. Parecía una advertencia o una intimidación, quizás parte de su acervo filosófico o de una reflexión profunda, el discurso existencial de quien debe ganarse el pan o la dosis de droga de cada mañana. Cuando bajé del coche, entre curioso y asustado, el aparcacoches me extendió la mano y yo, algo azogado, busqué en el fondo de los bolsillos, algunas monedas mientras inspeccionaba su desgarbada figura desaliñada. Saqué unas monedas y las deposité en su mano renegrida, negó con la cabeza y le pregunté si no era suficiente. Me dijo entonces: «no es eso, tengo hambre de letras».



2 apostillas:

María dijo...

Te reconoció, seguro que lee tu blog
Un beso, feliz domingo, "en calma" ojalá tb para él ; )

bisílaba dijo...

Y le diste las que firmaste para comprar tu coche.
Feliz domingo!