Charla con un profeta

3.2.15



—Señor Byron, ¿no se casa usted con nadie?
—La consecuencia de no pertenecer a ningún partido será que los molestaré a todos. 
—Parece desencantado
—Cuanto más conozco a los hombres, menos los quiero; si pudiese decir otro tanto de las mujeres me iría mucho mejor. 
—¿Odia a sus congéneres?
—El odio es la demencia del corazón. 
—Así se suele acabar solo.
—Es en la soledad cuando estamos menos solos. 
—Si no nos abismamos en ella.
—Al que cae desde una felicidad realizada, no le importa lo profundo del abismo.



2 apostillas:

María dijo...

Naturalmente, ese abismo es como dejarte caer de espaldas confiando absolutamente en los fortísimos brazos que te sujetarán al final... si estás feliz, la soledad elegida es la más compañía más confortable que existe, una delicia dejarse caer en ella.

Muchos besos Lord Francisco:)


María dijo...

jaja solo me faltó escribir.. la ..¡más mejor! aayyy lo siento, es tan tarde y voy ya tan dormida cuando me paso por aquí, que ni sé lo que te dejo, perdón!


Que tu día sea más mejor! y te dejes caer en él ;))