Exploradores
20.1.15
—¿Qué es la ciencia señor Feynman?
—Ciencia es creer en la ignorancia de los científicos.
—¿La creencia da conocimiento?
—Aprendí muy pronto la diferencia entre conocer el nombre de algo y saber algo.
—Ustedes plantean problemas como si fueran preocupaciones.
—Cuando estás solucionando un problema, «no te preocupes». Ahora, «después» de que has resuelto el problema «es el momento de preocuparse».
—¿Qué le ha llevado a comprender los problemas que plantea la existencia física?
—Aunque mi madre no sabía nada de ciencia, también ejerció sobre mí una gran influencia. Tenía, en particular, un maravilloso sentido del humor, y aprendí de ella que las más altas formas de comprensión que podemos alcanzar son la risa y la compasión humana.
—Para eso hay que tener ideas despejadas.
—Hay que tener la mente abierta. Pero no tanto como para que se te caiga el cerebro.
—Sobre todo pensando en quienes llegan después.
— Nos encontramos en los comienzos mismos de la era de la raza humana. No es ilógico que tengamos o que tropecemos con problemas, pero hay decenas de miles de años en el futuro. Es responsabilidad nuestra hacer lo que podamos, aprender lo que podamos, mejorar las soluciones y transmitirlas a nuestros sucesores. Es responsabilidad nuestra dejar las manos libres a las generaciones futuras.
—A pesar de que la relación con los otros no es satisfactoria en algunos casos.
—Tú no tienes la responsabilidad de vivir como otros piensen o a la altura de lo que esperan que debas lograr. No tengo la responsabilidad de ser como ellos esperen que yo sea. Ese es su error, no mi fracaso.
—¿Qué somos?
—Yo, un Universo de átomos, un átomo en el Universo.
—¿Mejor el autoengaño que la autoestima?
—El primer principio es que uno no se debe engañar a sí mismo y uno es la persona más fácil de engañar.
—¿Cómo encontrar la verdad?
—Es posible reconocer la verdad por su belleza y simplicidad.
—Como la Física.
— La Física es como el sexo: seguro que da alguna compensación práctica, pero no es por eso por lo que la hacemos.
— Eso plantea un estudio.
—Estudia mucho lo que sea de interés para ti y hazlo de la forma más indisciplinada, irreverente y original posible.
—¿Cuál es la clave?
—Enamórate de alguna actividad y ¡hazlo! Nunca nadie realmente se da cuenta de lo que se trata la vida en realidad, y eso no importa. Explora el mundo. Prácticamente todo a nuestro alrededor es realmente interesante, si lo observas profundamente. Trabaja duro y cuanto puedas en las cosas que más te gusta hacer. No pienses en lo que quieres ser, sino lo que tú quieres hacer.
Etiquetas: aforismo dialógico, Richard Feynman.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 apostillas:
A mi hija le ha encantado. Ha oído en él el eco de la voz paterna...
Publicar un comentario