Un paseo por Montpellier

25.3.14



—Señor Auguste Comte, no hay quien arregle esto. En lo social cada uno tira para su lado.
—Mucho más que los intereses es el orgullo quien nos divide.
—No sólo el orgullo y los intereses particulares de cada uno.
—Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos; nunca el interés forjó uniones de larga duración.
—Nadie está obligado a nada,
—Nadie tiene más derecho que el de cumplir con su deber.
—Deber con quién o contra quién, si la verdad está velada y nadie quiere conocerla.
—Saber para prever, a fin de poder.
—El poder es una manifestación humana que olvida que existen los demás.
—Vivir para los demás no es sólo la ley del deber, es también la ley de la felicidad.
—La felicidad es otro mito.
—Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no condiciones de circunstancias.
—Mentalmente nuestra condición trágica.
—Lo esencial para ser feliz es mantener siempre bien colmado el corazón, incluso de dolor. Sí; incluso de dolor, y aun el dolor más amargo.
—Es un fiel compañero, en mayor o menor medida, de nuestros pasos por esta existencia.



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