Bajo sospecha

1.2.13



Ayer encontré a Octavio junto a la farola donde cada noche fuma un cigarro. Hombre enjuto y de hirsuta barba, apenas hace un mohín o emite un sonido gutural para devolverme el saludo. Pero en esta ocasión su plática fue más larga y manifestó su desconfianza hacia la humanidad: «no me fío ni de mí mismo.»



1 apostillas:

Ex-compi dijo...

La desconfianza es una forma de estar alerta, yo tampoco confío en mi, imagínate del resto.