Apología de la miseria

29.1.13




—¿Recuerdas qué decía el poeta?
—No.
—«En un viejo país ineficiente, algo así como España…» 
—Sí, ahora sí lo recuerdo. ¿Por qué lo dices?
—Cuando la caridad sustituye a la justicia, el horizonte se agrieta.
—Es una manera de remediar a quien tiene un problema.
—Y cuando los viejos trabajan para los jóvenes se pervierte la realidad.
—¿Por qué?
—Porque se pierde el talento de esas generaciones.
—Bueno pero eso cambiará, no puede continuar así mucho tiempo.
—Durará lo que quieran que dure el poder del dinero.
—O los gobiernos.
—La ineficacia proviene de haber oxidado los mecanismos democráticos.
—¿No hemos buen uso de ella?
—La hemos gastado con la decadencia de las instituciones y la burocracia.
—¿Y los de a pie no tienen culpa?
—Cometieron el error de perder su dignidad.
—¿Y eso?
—O no aprendieron o no les enseñaron a discrepar o no quisieron.
—¿Era fácil mirar para otra parte?
—La decadencia nos habita si sólo servimos para consumir.
—Es un discurso cerrado.
—Vivimos nuestro infortunio. 




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