Desenfoque

25.9.11




Entró en aquella casa y no volvió a salir. A pesar de ello nos saludaba con amabilidad cada vez lo encontrábamos en parque.





15-MEl mundo tiene que mejorar, ¡y queremos verlo!»

«Cualquiera que haya destruido un prejuicio, un solo prejuicio, es un bienhechor de la humanidad», Nicholas Chamfort, moralista

2 apostillas:

Juan Poz dijo...

¿Desenfoque o ex-centricidad? La palabra desenfoque me ha traído a la memoria las imágenes poderosas de Woody Allen en Deconstructing Harry, cuando un personaje, Robin Williams, se siente borroso, desenfocado. ¡Qué capacidad de invención la de Allen!

Joselu dijo...

Hoy repasaba una unidad didáctica que quiero explicar a mis alumnos. Plantea las propiedades textuales, entre ellas la coherencia. Dentro de ésta, se distinguen varios mecanismos para conseguirla. Uno de ellos es la "implicación" o lo que es lo mismo que las informaciones adicionales contenidas en un enunciado. Por ejemplo, en el enunciado "cierra la puerta" hay, al menos, tres implicaciones: hay una puerta, la puerta está abierta y el receptor está en condiciones de cerrarla.

¿Qué implicaciones hay en tu texto? Primero que había una casa, segundo que entró en ella, tercero que en alguna manera debía tener derecho a estar dentro puesto que entró sin problema, cuarto que, una vez dentro, no volvió a salir. Ello nos confronta dramáticamente -y se lo quiero plantear a mis alumnos- a un desenfoque lógico espacial puesto que el siguiente enunciado que debía guardar coherencia con el anterior, nos dice algo imprevisto: que a pesar de que no salió de su casa más, nos saludaba cuando nos lo encontrábamos en el parque. La coherencia salta por los aires y la literatura estalla gozosa, y no sólo por la amabilidad que mostraba en estos encuentros sino porque la imaginación hace acto de presencia desmontando la coherencia lógica porque ¿cómo podía estar en casa sin salir (es lo que afirmaba el primer enunciado taxativamente) y a la vez saludarnos a nosotros (los protagonistas del cuento) cada vez que nos lo encontrábamos en el parque. Sugiere que no fue una vez, ni dos, sino varias veces, con cierta frecuencia pues íbamos allí a pasear, Y allí estaba él (porque era él y no ella) en el parque donde parecía pasar buenos ratos aunque no salía nunca de casa.

Un cuento que plantea un juego interesante y que haré destripar a mis alumnos, si se dejan.

En cuanto a que el mundo pueda mejorar, ah, siempre será lo mismo. Mejorará para algunos, para otros no. Hay algunos que como el protagonista del cuento siempre están para que se las den en el mismo pandero.