Saturados

10.4.14



Masticamos información y comemos información, aunque somos incapaces de digerirla y terminamos con una indigestión mental ante esa vorágine comunicativa. Tras este fenómeno empiezan a aparecer signos de cansancio en los consumidores de información, algo que les lleva a una experiencia insatisfactoria al sentirse indefensos y perdidos ante tal avalancha informativa. Ese entorno tan saturado de información, que pide constantemente atención, termina por ser un escenario desolador y desquiciante.



Inocencia

9.4.14



¿Inocente es quien no tiene que dar explicaciones?



Un paseo por Comala

8.4.14



—Señor Rulfo, me hubiera gustado ir a Comala por gusto, por saber si le podría encontrar allí.
—Todo escritor que crea es un mentiroso; la literatura es mentira, pero de esa mentira sale una recreación de la realidad; recrear la realidad es, pues, uno de los principios fundamentales de la creación.
—El laberinto de su novela está fabricado de eso.
—Como todos ustedes saben, no hay ningún escritor que escriba todo lo que piensa, es muy difícil trasladar el pensamiento a la escritura, creo que nadie lo hace, nadie lo ha hecho, sino que, simplemente, hay muchísimas cosas que al ser desarrolladas se pierden.
—Y la desmemoria las cubra con su pátina de olvido.
—Estas pláticas que yo tengo con mi conciencia son a veces muy largas, duran días enteros; por eso no resulta que me ponga a contártelas en esta pobre carta. De verdad, cuídate mucho, come y duerme bien y sueña con los angelitos y no en esta cosa maligna que soy yo. Pero no me olvides.
—No se borra la memoria de lo escrito.
—Se trabaja con imaginación, intuición y una verdad aparente; cuando esto se consigue, entonces se logra la historia que uno quiere dar a conocer. Creo que eso es, en principio, la base de todo cuento, de toda historia que se quiere contar.
—Y después a imaginar.
—La imaginación es infinita, no tiene límites, y hay que romper donde se cierra el círculo; hay una puerta, puede haber una puerta de escape, y por esa puerta hay que desembocar, hay que irse.
—Marcharse a través de un cuento.
—La novela, dicen, es un género que abarca todo, es un saco donde cabe todo, caben cuentos, teatro o acción, ensayos filosóficos o no filosóficos, una serie de temas con los cuales se va a llenar aquel saco; en cambio, en el cuento tiene uno que reducirse, sintetizarse y, en unas cuantas palabras, decir o contar una historia que otros cuentan en doscientas páginas.
—O tener esa intuición.
—Concretando: se trabaja con imaginación, intuición y una verdad aparente; cuando esto se consigue, entonces se logra la historia que uno quiere dar a conocer.                                                                        
—Todo escritor que crea es un mentiroso; la literatura es mentira, pero de esa mentira sale una recreación de la realidad; recrear la realidad es, pues, uno de los principios fundamentales de la creación.
—El laberinto de su novela está fabricado de eso.
—Como todos ustedes saben, no hay ningún escritor que escriba todo lo que piensa, es muy difícil trasladar el pensamiento a la escritura, creo que nadie lo hace, nadie lo ha hecho, sino que, simplemente, hay muchísimas cosas que al ser desarrolladas se pierden.
—Y la desmemoria las cubra con su pátina de olvido.
—Estas pláticas que yo tengo con mi conciencia son a veces muy largas, duran días enteros; por eso no resulta que me ponga a contártelas en esta pobre carta. De verdad, cuídate mucho, come y duerme bien y sueña con los angelitos y no en esta cosa maligna que soy yo. Pero no me olvides.
—No se borra la memoria de lo escrito.
—Se trabaja con imaginación, intuición y una verdad aparente; cuando esto se consigue, entonces se logra la historia que uno quiere dar a conocer. Creo que eso es, en principio, la base de todo cuento, de toda historia que se quiere contar.
—Y después a imaginar.
—La imaginación es infinita, no tiene límites, y hay que romper donde se cierra el círculo; hay una puerta, puede haber una puerta de escape, y por esa puerta hay que desembocar, hay que irse.
—Marcharse a través de un cuento.
—La novela, dicen, es un género que abarca todo, es un saco donde cabe todo, caben cuentos, teatro o acción, ensayos filosóficos o no filosóficos, una serie de temas con los cuales se va a llenar aquel saco; en cambio, en el cuento tiene uno que reducirse, sintetizarse y, en unas cuantas palabras, decir o contar una historia que otros cuentan en doscientas páginas.
—O tener esa intuición.
—Concretando: se trabaja con imaginación, intuición y una verdad aparente; cuando esto se consigue, entonces se logra la historia que uno quiere dar a conocer.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

Asesor

7.4.14



Siempre he estado muy mal aconsejado por mí mismo y eso me ha traído hasta aquí.



Porvenir

6.4.14



—Cuando dos jóvenes se besan, qué hacen. 
—Fabrican su pasado.



Asolados

5.4.14



Según el arquitecto Alvar Aalto, el ser humano no puede «crear sin destruir simultáneamente». Cada paso construido es un paso borrado de nuestra existencia. Somos porque dejamos de ser.



Enseñanzas

4.4.14



El filósofo griego, Euagon de Samos, aconsejó: «aprende a equivocarte por ti mismo, a reconocerte en tus errores». La mejor lección de vida es la que nos muestra qué somos en nuestras acotaciones.



Amigas

3.4.14



A veces veo como las palabras me buscan de manera cordial, felices del encuentro escrito. En cambio, otras, indómitas e inaccesibles, parecen ahuyentadas. Y entre escogerme o repudiarme, lo que más temo es verlas desleídas.



Aforismo humano

2.4.14



¿Cada persona es una cita de sí misma?



Escamados

1.4.14



—Me siento como un pez moribundo en una pecera.
—Esa es una metáfora existencial. Debes contar hacia a atrás.
—No tengo memoria para narrar lo que involuciona.
—Entonces te ahogarás en tus propios pensamientos.
—Dejaré que me aneguen las palabras.
—Si son vocablos amorosos te sacarán a flote.
—Puede que, en ese caso, me ahogue de pena.
—Vivir habrá valido la pena.
—Bastante triste es ser un pez y no poder nadar fuera de un acuario.
—Fuera no hay nada. Bueno quizás sí, conjunciones adversativas.
—Personalmente no tengo nada contra la neolengua pero distorsiona bastante la realidad.
—Las peceras no tienen reglas ortográficas.
—En cambio yo tengo complejo de pez. 



Vesania

31.3.14



La mentira de un cuerdo siempre será más creíble que la verdad de loco.



El hombre rayo

30.3.14



Su amor le cayó encima y le partió el corazón por la mitad.



Aspirantes

29.3.14



Para el escritor peruano Julio Ramón Ribeyro «ser el eterno forastero, el eterno aprendiz, el eterno postulante», es una forma de ser feliz. Estar a la expectativa nos da la posibilidad de llegar y, sobre todo, la libertad de caminar.



Excusables

28.3.14



Eudoxio de Cnido, discípulo de Platón, enemigo de los horóscopos, conjeturó: «no es lo que no sé si no lo que no sabré aquello que me determina». Hay cosas que ignoramos y que ignoramos para siempre y que, como al sabio griego, a mí también me intranquilizan.



Desvanecerse

27.3.14



Perderse en la escritura hasta desaparecer dentro de ella, sin dejar rastro de uno mismo, invisibilizarse. O como mencionaba Salman Rushdie: «a menudo tengo el deseo de desaparecer dentro de mis libros, que son lugares mucho más interesantes que la realidad». Disgregarse en las palabras hasta hacerse exhalación de lo escrito.



Treta

26.3.14



¿El orgullo es el mejor catalizador para engañarnos?



Un paseo por Montpellier

25.3.14



—Señor Auguste Comte, no hay quien arregle esto. En lo social cada uno tira para su lado.
—Mucho más que los intereses es el orgullo quien nos divide.
—No sólo el orgullo y los intereses particulares de cada uno.
—Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos; nunca el interés forjó uniones de larga duración.
—Nadie está obligado a nada,
—Nadie tiene más derecho que el de cumplir con su deber.
—Deber con quién o contra quién, si la verdad está velada y nadie quiere conocerla.
—Saber para prever, a fin de poder.
—El poder es una manifestación humana que olvida que existen los demás.
—Vivir para los demás no es sólo la ley del deber, es también la ley de la felicidad.
—La felicidad es otro mito.
—Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no condiciones de circunstancias.
—Mentalmente nuestra condición trágica.
—Lo esencial para ser feliz es mantener siempre bien colmado el corazón, incluso de dolor. Sí; incluso de dolor, y aun el dolor más amargo.
—Es un fiel compañero, en mayor o menor medida, de nuestros pasos por esta existencia.



Recluidos

24.3.14



Momentaneidad y precipitación nos acogen como hijos de la ilusión de vivir.



Escalofrío

23.3.14



Comenzó a escribir un cuento de terror y se asustó tanto que no pudo terminarlo porque se moría de miedo.



Contadores

22.3.14



Mi admirado Juan Rulfo platica que «se trabaja con imaginación, intuición y una verdad aparente; cuando esto se consigue, entonces se logra la historia que uno quiere dar a conocer. Creo que eso es, en principio, la base de todo cuento, de toda historia que se quiere contar». Y lo que se obtiene es un discurso creativo de alta densidad que hace feliz a tanta gente.