Responsabilidad

11.12.13



¿A qué compromete la indiferencia?



Encuentro en la vieja escuela

10.12.13



—En los liceos de Condorcet y Fénelon no tienen buen recuerdo de usted.
—La juventud sabe lo que no quiere antes de saber lo que quiere.
—Por eso no consiguieron entender lo que era.
—Lo que los demás rechazan de ti, cultívalo. Eso eres tú.
―Pero eran sus maestros...
—No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría.
—Y dónde ponemos los límites.
—El tacto en la audacia es saber hasta dónde se puede ir demasiado lejos.
—Eso ayuda pero no es suficiente.
—Plantearse los menos problemas posibles es la única manera de resolverlos.
—A veces llegan solos.
—No se puede ser indiferente ante la contaminación interior del hombre.
—Ni renunciar a una cierta sensibilidad al arte o la poesía.
—La poesía es indispensable, me gustaría saber para qué.
—Esencial para los poetas.
―El poeta es un mentiroso que siempre dice la verdad.
—Y por ello llega más lejos.
―Lo consiguieron porque no sabían que era imposible.
―Le veo hoy algo negativo.
―Mi pesimismo no es sino una variedad del optimismo.
―Un optimista es más egoísta que un pesimista.
―Un egoísta es aquel sujeto que se empeña en hablarte de sí mismo cuando tú te estás muriendo de ganas de hablar de ti.
—Se estará labrando su futuro.
―El futuro no pertenece a nadie. No hay precursores, sólo hay rezagados.
―Quizás sean más felices.
—Es muy difícil hacer bella la felicidad. Una felicidad que sólo es ausencia de desdicha es cosa fea.
—Como la vida, señor Cocteau.
―La vida es una caída horizontal.




Drogadicción

9.12.13



En la dopamina de la creatividad, la escritura incesante que impide el desaliento.



Infidelidad

8.12.13



Fue víctima de una ilusión que lo engañó con otra.



Paternidades

7.12.13



François Rabelais dijo que «el tiempo hace madurar todas las cosas. Mediante él, todas se hacen evidentes. El tiempo es el padre de la verdad». Y nosotros los hijos de su mentira a los que solo la muerte les hace madurar.



Sanaciones

6.12.13



El médico Filistion, discípulo de Hipócrates, aseguraba: «prevenir lo que nos enferma más que curar lo que nos mata». Desde que la salud se reveló como negocio, la enfermedad dejó de tener importancia.



Espiados

5.12.13



Nos espían. Vigilan nuestros anhelos de felicidad, nuestras pequeñas conspiraciones y confesiones íntimas. El momento tenía que llegar, no el de ser observados, sino ese otro de ser conscientes de que lo hacen. El escándalo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense lo ha puesto de actualidad. 
Ya sabemos que todo ingenio humano tiene sus dos caras y las nuevas tecnologías son muy tentadoras para ello. Ahora está en saber cómo defendernos de esa amenaza para la que se empiezan a conocer algunas soluciones.



Capacidades

4.12.13



¿La falsedad es una forma de talento?



Una tarde en el museo

3.12.13



—Señor Rostand, ¿cree en la amplitud de miras? 
—Tener espíritu abierto no significa tenerlo abierto a todas las necesidades. 
—Ni hacerlo cuando se tenga razón.
―Consiente en ceder cuando tengas razón, con tal de que sepas ser intransigente cuando estés equivocado. 
—¿Y eso no es desesperante?
―Más allá de la desesperación hay algo que tal vez no es exactamente resignación.
—La resignación ante las pérdidas.
―No se puede amar con perfección sino lo que se ha perdido para siempre.
―Está en la naturaleza humana.
―Rehúso discutir con los que siento menos sensibles a la verdad que yo. 
—De esos hay grana variedad.
 ―Nuestra psicología se construye sobre pocos seres: elegid bien al que se ama o al que se odia.
—La polarización del sentimiento.
―Cuántos ruidos inútiles deben hacer un hombre para llegar hasta un corazón secreto... 
―...que ama silente.
―Se cree uno feliz cuando cree dirigirse hacia lo que cree amar.
―La felicidad, ese dulce espejismo.
―Después de cada infortunio se efectúa en nosotros como una extraña muda del alma.
—La piel del corazón es la que mudamos,
—Estamos frustrados en nuestra carne de todo lo que ha soñado nuestro espíritu.




Régimen carcelario

2.12.13



El laberinto de la existencia sólo tiene una salida y está encerrada en sí misma.



Espectro

1.12.13



El fantasma sintió un escalofrío cuando se le apareció aquel humano.



De ganancias y pérdidas

30.11.13



«Deporte: yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara», señaló Jorge Luis Borges. Admirado maestro, ese juego está ya inventado: es la vida.



El canal

29.11.13



Los baños de los chicos realengos fueron toda una lección de vida. Al llegar al canal muchos estaban desnudos y otros aparecían con unos calzoncillos blancos mojados. Se zambullían en las aguas claras de la conducción trazadas de verdín en las paredes y volvían a salir fuera a tomar el sol. Algunos de nuestra pandilla les imitaron y se despojaron de sus ropajes ante el reto de meterse en el agua. Tras saltar al canal, aguantaban bajo el agua largo rato mientras braceaban un trecho hasta que sacaban la cabeza para respirar, o sin moverse del mismo lugar permanecían inmersos mientras que los de fuera coreaban los segundos contados bajo el agua.
Los admiraba no sin temor infantil. Pensaba en un accidente bajo del agua, más aún cuando se acercaban hasta un estrecho tubo por donde desaguaba el canal hasta atravesar un alto viaducto. 
Los continuados regresos al lugar me proporcionaron la confianza de bañarme siempre que no estuvieran delante aquellos chicos salvajes, sólo rodeado del pequeño grupo de amigos.
Entonces perfeccioné la inmersión reteniendo la respiración y abriendo los ojos. Nunca pensé en esos momentos que esa idea perturbaría a mis padres, ni que estaba en su catálogo de preocupaciones. Era dichoso nadando en aquel canal de riego, tomando el sol desnudo sobre el acueducto entre las risas y las bromas de mis amigos. La vida la decoraban entonces la diafanidad y la simpleza.
Un día a la hora del almuerzo papá nos sermoneó sobre los baños en el canal a mi hermano y, sobre todo, a mí. Era peligroso jugar allí y no volvimos, hasta este momento que el recuerdo me arrastró de nuevo a ese lugar.



Ley epónima

28.11.13



Según la Ley de Linus, «dado un número suficientemente elevado de ojos, todos los errores se convierten en obvios». Siempre cuatro ojos vieron más que dos y en Internet los errores acaban por ser descubiertos.



Auto interrogatorio

27.11.13

¿Cuál es la pregunta más importante que te puedes hacer en tu vida?

Charla con un polímata

26.11.13



—Francia no paga traidores.
—Pareciera, en efecto, que las masas se equivocan y los individuos siempre tienen razón.
—Para ser Boris Vian, debería compensarle por lo que le hicieron.
—Yo no busco la felicidad de todos los hombres, sino la de cada uno de ellos.
—Eso parece excitante y rutinario. 
—La costumbre debilita las impresiones.
—Y la imaginación las refuerza.
—Toda la fuerza de las páginas de demostración que siguen procede del hecho de que la historia es enteramente verdadera, ya que me la he inventado yo de cabo a rabo.
—Por eso desconfiaron de usted.
—El terreno de lo posible es muy amplio cuando no hay temor a que la luz se encienda.
—Y si lo hace se verá qué es importante.
—En la vida, lo esencial es formular juicios a priori sobre todas las cosas. En efecto, parece ser que las masas están equivocadas y que los individuos tienen siempre razón. Es menester guardarse de deducir de esto normas de conducta: no tienen por qué ser formuladas para ser observadas. En realidad, sólo existen dos cosas importantes: el amor, en todas sus formas, con mujeres hermosas, y la música de Nueva Orleans o de Duke Ellington. Todo lo demás debería desaparecer porque lo demás es feo, y toda la fuerza de las páginas de demostración que siguen procede del hecho de que la historia es enteramente verdadera, ya que me la he inventado yo de cabo a rabo. Su realización material propiamente dicha consiste, en esencia, en una proyección de la realidad, en una atmósfera oblicua y recalentada, sobre un plano de referencia irregularmente ondulado y que presenta una distorsión. Como puede verse, es un procedimiento confesable donde los haya.
—Y por supuesto proyectable.
—Evidentemente, cuanto más obstáculos ha vencido uno, más tentado se siente de creer que ha llegado más lejos. Eso es falso: Luchar no es avanzar.
—Ni ser libre. 
—Sólo se es libre cuando no se desea nada, y un ser perfectamente libre no debería desear nada. Y como yo no deseo nada, llego a la conclusión de que soy libre.
—Como en el querer.
—No se queda uno porque quiera a alguien: dejamos de irnos si no detestamos a nadie, y nos vamos cuando odiamos. Sólo lo desagradable nos mueve a obrar. Somos cobardes.




Cálculo

25.11.13



La división del poder multiplicó sus malignidades.



Relación pronominal

24.11.13



De tanto tutearse se les gastó el tú y sólo les quedó el egoísmo.



Ilustrados

23.11.13



Para Epícteto «acusar a los otros por nuestros fracasos es de ignorantes; no acusar más que a sí mismo es de hombres que comienzan a instruirse; y no acusar ni a sí mismo ni a los otros, es de un hombre ya instruido». Y Marguerite Yourcenar proclama que «en todos los casos, se trata de informarse acerca del mundo tal cual es y de instruirse también ante los vestigios de lo que ha sido».



Marcelo

22.11.13



Lo encontré por casualidad barriendo en la calle. Su silueta me era familiar a pesar del traje de operario de la limpieza que llevaba puesto. Me pareció un personaje sin luz, apagado de alegría. Al cruzarme con él me reconoció y me saludó amablemente.
Mientras me alejaba intenté medir la distancia entre ese hombre y aquel chaval que nos torturaba cuando éramos niños. Ahora, renqueante de una pierna con la que zanjó un accidente siendo joven, parecía inofensivo.
Sin embargo, en el paisaje de la infancia aparecía como una figura aciaga que nos enredaba en sus artimañas, se mofaba de la chiquillería, inventaba inciertas historias terribles de nuestros familiares y nos enemistaba hasta enfrentarnos.
Observándolo ahora mientras limpia las calles, me parece entender ese sentimiento que atraviesa la vida de lado a lado, el del latido humano.