Peregrinar

10.4.10



Un momento de gloria y una eternidad de desconsuelos. La vida parece programada para el expatriación de todo apego.


El maestro cojo

9.4.10



Don Jaime era un maestro mutilado por la Guerra Civil. Republicano tachado de ‘rojo’ fue dejado por inútil tras perder una pierna. Impartía su clases en la vivienda que habitaba con su mujer y con una hija pequeña. Aunque los niños lo conocían como ‘el maestro cojo’ no ostentaba ningún título de magisterio y, sólo su incapacidad física y su cultura acumulada en compulsivas lecturas, permitió que le dejaron malvivir dando clases bajo la supervisión del régimen. Aquel hombre inmóvil solía desgranar algunas perlas elocuentes sobre su experiencia. Vagamente recuerdo algunas y de las que no olvidé, cito más o menos de memoria: «no es placentero aquel alimento que va contra mi salud» y «no criticaré ningún modo de vida que no sea nociva contra la mía», que trato de aplicar.


Especulación

8.4.10



Tan familiares nos son las nuevas tecnologías —no digamos lo que supondrá para todos los que vienen detrás— que parecen como si desde siempre estuvieran con nosotros. No es así pero ese espejismo alimenta pensar si estas herramientas hubieran estado en manos, no sé, por ejemplo, de Cervantes, cómo habría sido escrito su don Quijote, cómo se habría desenvuelto ‘La Ilíada’, cuánto hubiera avanzado ‘El origen de las especies’ o si ‘Romeo y Julieta’ no hubiera derivado en un ‘culebrón’. Quizás el ‘Kama sutra’ eclipsaría en fama al Catecismo y a qué hubieran quedados supeditados textos como el Talmud, la Biblia o el Corán. Sólo son contemplaciones de aquello que no ocurrirá y pórtico de lo que se avecina.



Válvula de escape

7.4.10



¿Los lamentos son jadeos que la mente deja escapar?



Alegato vital

6.4.10



―La vida es un atajo hacia ninguna parte.
―No, eso no es así. Se parece más a una autopista al más allá.
— La existencia es un juego de espejos. Pasado y futuro son imágenes virtuales donde se refleja en presente.
―No, es sólo este momento. Un instante continuo.
—La vida no es lo que uno quiere sino lo que uno tiene, ¿y qué tenemos?
― La vida es corta, poco duradera. Te la puedes pasar haciendo muchas cosas para que no te des cuenta que el tiempo discurre o te la puedes pasar pensando que el tiempo pasa. La conclusión no es diferente.



Quemazón

5.4.10



«La vida consiste en arder en preguntas», afirma Antoine Marie Joseph Artaud. La duda ígnea de la existencia, la incineración de la nada.



Violencia verbal

4.4.10



El gerundio ofuscado me quiso golpear con su terminación. En ese momento imploré a Valle Inclán y concluí el cuento.



Subterfugio

3.4.10



El lenguaje oral oculta más de lo que expresa. El uso de rodeos lleva al laberinto de la rutina profiláctica de la verdad.



Silencio

2.4.10



En cierta ocasión visité una templo hindú cuya deidad era un mono, se trataba de Hánuman o Jánumat y es muy venerado por los hindúes que, cuando lo refiero, espanta a más de un cristiano. Tengo un amigo marroquí que, cada Semana Santa, me pregunta si han salido ya los muñecos. La estupefacción que produce la iconografía religiosa en creyentes de diferentes rezos define muy bien lo maniqueo de estas expresiones que, como en el caso de los católicos y su semana de pasión, se han convertido en un bullicioso espectáculo. Siempre no fue así.

En mi niñez había dos aspectos que me llamaban la atención de estos días festivos. Uno era su particularidad culinaria: garbanzos, bacalao, arroz con leche, bollos de aceite y tortas de azúcar. El otro era la sordina de un tiempo en que todo se paralizaba y apenas había ruido en las calles. De aquellos días, tristes para la chiquillada, recuerdo un gran silencio.



Endogámicos blogs

1.4.10



Plantearse que, en un futuro, todo el mundo publique en Internet no parece tan descabellado. Al final terminará por leerse cada cual a sí mismo. No es malo el consuelo.



Implícito

31.3.10



¿Te pregunto a ti lector si eres capaz de responderte en tu propia respuesta?



Simplicidad

30.3.10



—Dónde vas.
―Voy a comprar pescado.
―Te veo muy bien acompañado.
—Sí, no voy a ningún sitio sin mi lucidez.
—Y eso te ayuda mucho cuando, como ahora, vas a comprar pescado.
―Debería.
―Yo también voy a comprar pescado pero sin ninguna clarividencia. No creo que por eso me atiendan peor.
—No debería ser así.
―Entonces seguiré mi camino.
―Y nosotros el nuestro.



Inverosímil

29.3.10



Foucault plantea que «todo el pensamiento moderno es permeado por la idea de pensar lo imposible». Esa inverosimilitud de las ideas suele ser método de indagación conurbano a la escritura creativa.



Lunación

28.3.10



Me pone una media luna —le dijo al camarero—. Y esa noche hubo cuarto menguante.


Espejismo

27.3.10



Existe un método casero para ahuyentar a las molestas moscas. La gente suele colgar bolsas de plástico transparentes llenas de agua en los porches de las casas de campo. Al verse reflejadas y aumentadas en las mismas, dicen quienes practican la técnica, huyen aterrorizadas.

Ocurre igual con el ser humano cuando se enfrenta a su deformada imagen que huye despavorido ante su esperpento.


Trauma

26.3.10



A todos los críos del barrio le gustaba cazar pajarillos. Era un entretenimiento productivo porque contaba con el beneplácito de los mayores que después se lo comían fritos con ajos picados. A juzgar por sus comentarios deberían estar muy sabrosos, una delicia culinaria. Nunca me comí uno.

Sin embargo coger algún gorrión, colorín, verderón o cualquier otra especie era un reto. Todos fardaban con sus ristras de pájaros enganchados por el pico con un alambre. Tal fue la presión recibida que decidí, junto a mi hermano menor probar suerte y colocar dos o tres trampas, llamadas pillapájaros, las cuales había que vigilar porque de lo contrario otros chicos las robaban. Eran de cobre dorado y reluciente, a estrenar. Supongo que las compraría mi padre.

Antes había que buscar el cebo. Aludas o gusanos escondidos bajos tierra que se colocaba en una especie de tenacillas de las trampas.

Varios intentos consecutivos terminaron por desalentarnos al ver que ningún pajarillo había caído en las trampas. Así transcurrían los días sin mayor barbarie en el juego de imaginarnos que éramos cazadores.

Cierto día aciago, cuando dábamos todo por perdido y estábamos a punto de desistir, abrumados por el desánimo, en una de las trampas oteamos unas pequeñas plumas. Al llegar hasta el lugar uno de los pillapájaros había saltado y atrapado por el cuello a un diminuto jilguero.

La alegría inconmensurable de triunfo no tardó mucho en mutarse en tristeza. Apenas pude sacar del alambre el cuerpecillo del ave, note el suave tacto de sus plumaje y su inerme presencia entre mis dedos, un sentimiento de pesadumbre me invadió porque no podía devolverle la vida y echarlo a volar.

En ese momento terminó mi vocación de cazador.



Virus, patógenos y otros contagios

25.3.10



A cualquiera que se le pregunte sobre las infecciones de Internet termina por razonar que muchas de ellas están creadas a propósito por quienes después se benefician de su cura. Cada día surgen nuevos peligros que van desde cuantiosas estafas económicas hasta la infestación más dañina para el ordenador que muta constantemente.

Llegados a este punto de devastación y daño, lo más razonable sería que los estados se comprometieran en dotar de herramientas necesarias y gratuitas a los usuarios y así poder defenderse de estos contagios que causan pérdidas millonarias a todos.



Incógnitas

24.3.10



¿Si la respuesta obtenida es una insatisfacción a la pregunta dada es porque lo preguntado no es lo correcto?



Otredad

23.3.10



—¿Ponerse en el lugar de otro significa dejar de ocupar el propio?
—Nadie se pone el lugar de otro. Para ello es necesario ocupar su espacio, algo que conlleva abandonar el nuestro —le respondió.
—¿Cómo ponerse el lugar de otro yo, salir de nuestra armadura para ocupar otra ajena, vernos a nosotros como extraños de nosotros mismos? —insistió.
—Cómo me pongo en el lugar de quien consigue sin esfuerzo una meta porque utiliza sus influencias. O en el lugar de quien usa la violencia o de quien es indigno con los demás.
—¿No es posible por tanto la empatía?
—No sé, no siempre, sólo en algunos casos. Vete a saber.



Interacción

22.3.10



Jean Baudrillard predica que «mientras el trabajo se percibía como una alienación cabía hacerle desempeñar un papel subversivo (...) Pero en nuestra nueva logística de interacción hombre-máquina ya no hay tal trabajo. El hombre y la máquina están en interfaz. Ya no existe un sujeto del trabajo». El sistema ha pervertido el hecho de ser cuestionado para mantener aturdidos a sus individuos.