Nunca antes hubo en la Educación tantos programas de apoyo y tantos especialistas pendientes de los escolares. Tampoco tanto fracaso.
Cierta persona ligada a la comunidad educativa me cuenta que, como una de las causas, a los niños sólo les interesa aquello que les reporta un beneficio inmediato: «Hace dos años detectamos que la mayoría de los alumnos querían ser ferrallistas; ahora quieren ser notarios».