Al final del túnel no hubo luz.
Advertencia
25.8.07
Amigos y lectores de esta bitácora:
El verano supone un trastorno de la vida común. Cambia nuestros ritmos y los traspone, para bien o para mal, a un estadio diferente al que rige el resto de los días. Es por ello que entre el 12 y el 26 de agosto las entradas aparecerán en este blog de forma irregular a su uso y costumbre, ya que estarán colgadas de manera anticipada. A continuación de este aviso encontrarás la lectura de los siguientes siete días.
Necedad
Para apreciar la inteligencia humana hay que partir desde un cierto nivel de comprensión. Algo que no hay que esperar de un necio negado a alcanzar un mínimo conocimiento.
Confesiones
24.8.07
El juego de esta bitácora no es otro que el de ficcionar la realidad y realizar la ficción.
Pereza
23.8.07
Debido a que se me ha acabado la cinta de la máquina de escribir hoy no he podido dejar ningún comentario. Lo que me privará de la prima correspondiente a esta jornada. Un fastidio.
¿Amor constante más allá de la muerte?
22.8.07
«Qué noche de amor sería quererte y qué día de dolor despertar de esa noche». Tras leer la cita del poeta Macedonio Luna, reflexiono en la duda de saber si el amor profundo sólo se salva fuera del mundo que representa el día y nos enfrenta a la realidad.
Indicadores
21.8.07
Cuando entro a una gran urbe y comienzo a guiarme por los paneles que anuncian mi destino, me viene la imagen de un ratón dentro de un laberinto al que guían a su madriguera.
Inteligencia emocional
20.8.07
El pensador François Marie de L'Ortie escribió: «La verdadera inteligencia es la del corazón». Pero no dejo de recordar que «hay amores que matan».
Autoestima
18.8.07
Tenía un concepto tan bondadoso de sí mismo que, difícilmente, pensó podría ser criticado, pero hasta en esto lo era.
Etiquetas: cuentos diminutos
Mar
16.8.07
Una niña se acerca hasta la orilla del mar y toca el agua por primera vez ¿o es el mar quien la acaricia a ella? Tras la interrogación, no ignoro, está nuestra contingente realidad.
Regañina
14.8.07
A veces me doy miedo, te lo juro Paco Ortega que me doy miedo. Cuando escribes esas cosas en la bitácora en qué estarás pensando, dónde tienes la cabeza. Sabes qué pueden pensar de un tipo como tú, cómo interpretarán las palabras escritas. Mencionas nombres, fabulas historias y alguien puede caer en la cuenta que lo que escribiste es pura invención o mera verdad, que es tu vida o una vida prestada que te es ajena. Me das miedo, en serio. No sabes muy bien hasta qué recóndito lugar puede llegar lo que has escrito y quién lo leerá.
Entre refranes
13.8.07
Un día escuchó la frase: «Cría fama y échate a dormir». Todavía está acostado y no se levanta. Entonces recordé aquella otra que dice: «Camarón que se duerme la corriente se lo lleva».
La anodina vida de una bloguera
12.8.07
Podría parecer que tenía una excitante vida social y sexual formada por mil aventuras. Cada día sus lectores miraban en su blog y la seguían con admiración e intriga. Algunos envidiaban, incluso, poder simular sus atrevidas historias cuando, en la realidad, apenas si se despegaba de la pantalla de su ordenador.
Humor
11.8.07
Conocí a un hombre que sólo rió una vez en su vida. Bebía con sus amigos en un bar cuando uno de ellos le indicó: «te toca convidar». Dijo «ja» y luego la palmó.
Desde entonces pienso que debe ser cierta esa cita de Michel Houellebecq: «El humor no nos salva; no sirve prácticamente para nada (…) Uno puede enfrentarse a los acontecimientos de la vida con humor durante años, a veces muchos años, y en algunos casos puede mantener una actitud humorística casi hasta el final; pero la vida siempre nos rompe el corazón».
Pulcros
10.8.07
Un indicador del nivel de higiene de un país es el estado de los aseos públicos y el suelo de los bares. España es un ejemplo.
Semejanzas
9.8.07
Cocinar no permite prisas; amar tampoco. Entre el arte culinario y el arte amatorio existen bastantes analogías: ambos abren el apetito a los instintos más primarios. Quienes frecuentan ambas prácticas lo saben: preparar un plato exquisito requiere iguales destrezas que disponer el rito amatorio.
Lengüicidio
8.8.07
Cada dos semanas enterramos, con su último hablante, una lengua humana. Evfik Esenç, un agricultor turco de origen circasiano fue el postrero hablante del ubijé, un idioma del grupo de lenguas caucásicas que pervivió hasta 1992. Sus vocablos finales fueron para un verso de Neruda: «što katkad spasi a katkad ubije» (mis palabras llovieron sobre ti acariciándote).
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