Chutador

27.7.25


El niño se alegra cada vez que patea la lata y la introduce en la papelera. Su emoción sube de tono con cada acierto. Más tarde, la madre del goleador tuerce el gesto al contemplar sus zapatillas.


1 apostillas:

José A. García dijo...

Los sueños de unos son dolores de cabezas para otros...

Saludos,
J.