Ahuyentados

19.8.22



Los miedos zumban a nuestro alrededor como obstinadas avispas que quisieran picarnos y a los que hay que sacudirse a manotazos.



2 apostillas:

Joselu dijo...

Con el considerable peligro de que así las provoques y te piquen por tus manotazos.

Juan Poz dijo...

Supongo que la serenidad consiste en no percibir esos zumbidos o en ignorarlos. Acaso cuando no se intuyen miedos es porque anda uno ya más cerca de dejar de ser que de proyectarse...