Vivir entre asesinos

13.10.15



—Había un cielo estrellado, todo estaba en calma. A veces, cuando veo un cielo así, me gustaría saber componer música.
—¿Le hubiera gustado ser músico y no escritor, señor Mankell?
—Siempre quise ser escritor, pero nunca pensé que escribiría novelas policiacas. Me encontré haciéndolo, eso es todo.
—¿Estamos rodeados de gente que asesina?
—Los crímenes y delitos de mis novelas son espejo de la sociedad.
—¿No debemos fiarnos de nadie?
—El juego había empezado, pues todos aseguraban al otro su fiabilidad, aunque en realidad nadie se fiaba más que de sí mismo.
—¿No hay crimen perfecto?
—La gente siempre deja huellas. Ninguna persona está exenta de una sombra.
—Hasta en sueños.
—Los sueños pueden ser de valor, incluso si usted no tiene la oportunidad de convertirlos en realidad.
—Siempre andamos buscando el paraíso.
—El paraíso tiene tantas puertas como el infierno, y nosotros tenemos que aprender a discernirlas; de lo contrario, estamos perdidos.
—Ese es el equilibrio de la existencia.
—La vida es una frágil rama que se mece sobre un abismo.




1 apostillas:

Crónicas de una española en Viena dijo...

Ojalá el paraíso tuviera tantas puertas como el infierno, si las tiene, muchos están tratando de esconderlas o peor, las tienen cerradas a cal y canto y esconden los cerrojos.
Interesante entrevista.
Saludos