La morgue
13.9.15
Cuando vio su cadáver con cinco orificios de bala tendido encima de la mesa forense no le impresionó, pero no alcanzó a entender qué le pasaba. Después fue metiendo el dedo en la llaga y advirtió que se trataba de un suceso que completaba su biografía de chico pandillero.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
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